Hola. Lean. Gracias.
De acuerdo
con el consenso de analistas, la inflación proyectada en Venezuela al cierre
del 2014 es de 75% anual. Un informe del IPE publicado hace un año nos dice
que, de 1999 al 2012, la inflación acumulada en dicho país fue 34 veces la del
Perú. Asimismo, durante el gobierno de Chávez (1999-2013), el PBI per cápita en
Venezuela creció menos de un tercio de lo que creció en el Perú.
Nicolás
Maduro gobierna un país cuya producción petrolera viene cayendo: en 1999 equivalió
a 3.2 millones de barriles; en el 2011, a 2.2 millones. Pese a ello, la
dependencia venezolana por el petróleo se ha acentuado: las exportaciones no
petroleras han pasado de sumar US$ 6,335 millones en 1998 a US$ 5,569 millones
en el 2012.
Durante el
2013, en Venezuela se produjeron 25 mil asesinatos (es decir, una tasa de 80
asesinatos por cada 100 mil habitantes). Mientras tanto, ocupa el puesto 165
(en un ranking 176 países, de menos a más) entre los países percibidos como los
más corruptos del mundo y, según el Banco Mundial, el puesto 144 (en un ranking
de 144 países) como el país con las peores instituciones del mundo.
Las cifras
duras y objetivas revelan un país en profunda crisis, quebrado y dividido. ¿La
razón?: Planificación central y restricción de libertades (en todas sus
dimensiones).
La historia
ha demostrado –una vez más- que cualquier régimen que negocie aunque sea
tímidamente con algún modelo socialista/estatista está destinado al caos, la
pobreza, la desigualdad y la convulsión social. Al respecto, realmente no hay
ni media duda. No, no la hay. Eso es incuestionable. Punto.
Lo útil y lo que sirve
Lo que
Venezuela necesita es un cambio de régimen (obvio). Un cambio hacia una
democracia. Bueno, al menos hacia algo que esté camino a serlo. Elecciones
limpias, prensa libre y una economía abierta con una política económica
prudente. Reformas estructurales luego de 15 años de atraso.
Venezuela
necesita un cambio no solo hacia la democracia sino también EN democracia. En ese
sentido, como leí en el wall de un amigo mío en Facebook, “defender la democracia de Venezuela diciendo que deben sacar a Maduro
con un golpe de estado o medidas inconstitucionales parecidas es francamente
risible por patético”.
Sin embargo,
como también leí en el wall de un amigo mío en Facebook, “en Venezuela el cargo de Presidente es revocable. Si se junta cierta
cantidad de firmas se puede convocar a un referéndum para sacarlo. Ya se hizo
una vez con Chávez y no prosperó. Debería ser más efectivo que organizar
plantones alrededor del mundo con divertidos hashtags en inglés”.
Lo inútil y lo que no sirve
En
contraste, lo que Venezuela no necesita o -en todo caso- lo que no le sirve es
una revolución 2.0. No, las redes sociales (ni Twitter ni Facebook) y sus creativos
hashtags no van a influir en el cambio de un régimen político. Ni uno ni 16 mil
millones de hashtags. En serio, no.
Es como
creer que por cada like a una foto un niño en África dejará de sufrir hambre.
Por otro
lado, algo me hace sospechar que muchos de aquellos que utilizan esos
divertidos hashtags en inglés en sus cuentas de Instagram, Facebook y Twitter
recibirían con entusiasmo la iniciativa del senador republicano John McCain,
quien declaró que es necesario “estar
preparados con una fuerza militar para entrar y otorgar la paz en Venezuela y,
sobre todo, garantizar y proteger el flujo petrolero hacia Estados Unidos,
cuidando esos recursos estratégicos y velando por nuestros intereses globales”.
¿Doble estándar? ¿Dónde?
Desde mi
punto de vista, una vez más, así como #Kony2012, #PrayForVenezuela se ha
convertido en la plataforma perfecta para todo aquel que busca convertirse en
un ciudadano activista globalmente sensible y preocupado. El problema resulta
cuando esta condición convive con una ignorancia y ceguera ofensivas respecto a
la realidad social del Perú (copy-paste a mi post del 2012).
Maduro ha prometido que con 1 millón más de #PrayForVenezuela renuncia!
1 comentario:
Muy cierto todo!!
Buen artículo, vale la pena compartirlo.
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