viernes, 9 de marzo de 2012

#KONY2012

Ya hace un par de días que había estado escuchando comentarios afanadazos sobre un video titulado "Kony 2012". El video me conmovió, sí, no lo negaré. Como dice un amigo mío, es life-changing. Ciertamente, describe una realidad ahogada por la pobreza, la violencia y el fanatismo religioso asociado al autoritarismo. Frente a un escenario de ese estilo, es comprensible que muchos, en primera instancia, podamos habernos visto sensibilizados. Sin embargo, horas después empecé a realmente reflexionar.

Obviamente, no caeré en la estupidez de creer en teorías conspirativas que empiezan a crearse alrededor de las "subalternas" intenciones de Kony 2012. Tampoco criticaré el enfoque tergiversado y simplista que se hace del continente africano (otros ya se encargaron de ello). Tan solo quiero decir, de forma simple y breve, que me causa extrañeza la pegada que viene teniendo dicha campaña entre algunos de mis amigos y conocidos.

Yo lo veo así: Kony 2012 se ha convertido en la plataforma perfecta para todo aquel que busca convertirse en un ciudadano activista globalmente sensible y preocupado. El problema resulta cuando esta condición convive con una ignorancia y ceguera ofensivas respecto a la realidad social del Perú.

O sea, mientras preocupándote por los niños de Uganda te conviertes en cuasi embajador de UNICEF, haciendo lo mismo por los hijos de Sendero Luminoso, solo puedes aspirar a ser calificado como un comunista resentido. Nos encanta la finta, pero cuando se trata de involucrarnos en algo que realmente nos compromete, cero...


Una chilleadita luego de renegar gratuitamente.

viernes, 24 de febrero de 2012

Nice to meet you, Greece

Not enough

Mientras los bancos de inversión amplían sus estimaciones respecto de la probabilidad de salida de Grecia de la Eurozona en los próximos 18 meses (Citigroup calcula dicho escenario con un 50% de probabilidad, corrigiendo así sus cifras previas que se hallaban dentro del rango del 25%-30%), Alemania, principal tenedor de deuda griega, plantea estrategias para reasignar su portafolio de instrumentos de deuda griega, asignando un valor a la baja a estos títulos a través del Banco Central Europeo (BCE).

La autoridad monetaria europea en recientes sesiones de directorio ha mostrado su intención de hacer frente a los bonos adquiridos del gobierno griego. Estos instrumentos fueron comprados en el mercado abierto con un gap a la baja considerable respecto de su valor nominal, en concordancia con el ajuste debido a caídas en los rendimientos de dichos bonos. En ese sentido, el BCE pretende llegar a un entendimiento ventajoso en que los bancos y otros tenedores privados de deuda soberana griega se les pida por acuerdo privado un canje de bonos que reducirán su valor en alrededor de 70%.

Sin embargo, existen dudas sobre este procedimiento del BCE, más aun, en un contexto en que los inversionistas privados (tanto retail como institucionales) muestran desconfianza de comprar bonos soberanos de cualquier nación europea en problemas. Ello converge con la actual tendencia a la separación entre compañías de servicios monetarios (banca comercial), cuyos portafolios estén restringidos a activos seguros y, por otro lado, empresas de servicios financieros, que canalicen depósitos hacia inversiones más riesgosas. Esta aversión al riesgo se fortalece dadas las señales de los mercados: el lunes pasado Moody’s recortó nuevamente el rating de España, Italia, Portugal, Francia, Austria y Reino Unido.

Claramente, en Frankfurt existe la intención de en forma efectiva reducir la participación de bonos europeos en su gestión de portafolio. Los analistas del Royal Bank of Scotland señalan que la caída en los rendimientos de los bonos soberanos ha tenido un protagonismo determinante en el adormecimiento del BCE frente a su política de compra de los instrumentos financieros en mención. Sumado a ello, los credit default swaps se corrigen al alza en todos los países de la Eurozona de forma sostenida.

Wow, Wow, Wow...

Desde el lado fiscal, la situación podría calificarse como extravagante: la deuda pública griega resulta tan exagerada que, si bien para el presente año fiscal podría ser reducida de €350,000 millones a €100,000 millones (lo que representa el 160% del PBI actual griego), las proyecciones de The Economist señalan que dicha variable al 2020 persistiría por encima del 100% del PBI (más exactamente, 120%).

No obstante, el gobierno de Grecia busca ir más allá: implementar recortes presupuestarios ascendentes a los €325,000 millones, con el fin de satisfacer las expectativas de los ministros de finanzas de la Eurozona en busca de la firma de un paquete de rescate (que posiblemente llegue a darse a cabo).

True story

¿La historia de siempre? Los rescates (ya sean condonación de deuda, inyección de liquidez o cualquier figura similar) son manotazos de ahogado. Aunque intenten prevenir un riesgo sistémico (es decir, un evento que afecte a todos los sectores de una economía), finalmente, terminan por reafirmar la existencia de riesgo moral. Es decir, se incentiva el hecho de actuar irresponsablemente para luego ser rescatado.

Alternativamente, ¿qué estrategia adoptar? Creemos que los policymakers europeos deberían empezar a pensar outside the box. Debe mirarse ex-ante en lugar de ex-post. Fundamentos teóricos se han formulado al respecto, la tarea consiste en aterrizarlos. No solo basta moneda única para la Unión Europea (es decir, una política monetaria homogénea), sino también coordinación de las reglas fiscales de los países miembros.

Nice stuff.