Hay un bla bla bla nostálgico de muchas personas que buscan encontrar un lado positivo innegable del régimen fujimorista. Este está relacionado esencialmente a dos temas: las reformas económicas y el vencimiento al terrorismo. Alrededor de ello se han enraizado hasta en los propios no fujimoristas (ni qué decir de aquellos que sí son fujimoristas confesos...) el pensamiento de que fue Fujimori quien salvó al Perú de la catástrofe económica del primer gobierno aprista y del genocidio del terrorismo extendido a lo largo y ancho del país. No quiero ser mezquino ni tampoco creo serlo así que en serio puedo decir que los méritos atribuidos Alberto "renuncié vía fax" Fujimori en los dos puntos mencionados anteriormente deben ser reducidos más o menos a un 1% ó, siendo generosos, un 2.5%. No más.
Primer mito: La estabilización y las reformas estructurales de mercado.
"Él shock, yo no shock". Esta fue la estrategia utilizada durante el debate presidencial de 1990 contra el candidato del Fredemo, Mario Vargas Llosa. Fujimori, de la mano del aprismo, quiso (y logró) infundir miedo entre la población al representar a su rival como el representante del temido shock. Paradójicamente, la primera medida de política económica aplicada por el gobierno del casi improvisado partido Cambio 90 fue justamente la aplicación calcada del shock de Vargas Llosa, el cual consistía en una explosión desmesurada de precios dirigida por el gobierno de los productos básicos de la canasta familiar, ello con el fin de que los especuladores (al verse afectados por una inflación muy por encima de los niveles esperados) reduzcan drásticamente sus precios. Ello conllevó a un sinceramiento de precios.
Es decir, todo el floro fujimorista del shock como una medida terrible para las familias peruanas se fue al tacho de basura a la semana de asumir el poder.
Vale la pena mencionar otro grupo de reformas estructurales que se dieron en el Perú de principios de la década de 1990. Por ejemplo, entre los más importantes: disciplina fiscal, tipo de cambio competitivo, liberalización del comercio, concesiones, privatizaciones, etc. Merece señalar que este grupo de ideas nunca fueron parte de la mirada de largo plazo de Alberto Fujimori ni de su capacidad de hombre visionario. ¡Para nada! En realidad, fue algo tan simple como la sujeción a una serie de recomendaciones dadas por John Williamson a través del llamado "Consenso de Washington", bajo el atento monitoreo del FMI y el BM. Que Fujimori lo haya hecho no significa que hasta Ezequiel Ataucusi no lo haya podido hacer (con el perdón de los seguidores del partido del pescadito).
Lo que le espera a mi querida amiga Belen Said en su próximo trip europeo con centro de operaciones en Maastricht. Holanda, agárrate que se viene el LOCÓN! Este post va dedicado a ella. (Mix de James Zabiela, por si las dudas).
Segundo mito: La lucha contra el terrorismo.
En este punto no hay mucho que comentar. Fujimori no tuvo absolutamente nada que ver con el fin del terrorismo. Su política fue la del Grupo Colina, la del aniquilamiento sistemático. Y bueno, la violencia trajo como respuesta más violencia.
La idea exitosa en términos no solo de efectividad, sino también de eficiencia, fue la de capturar al líder de una organización en que estaba muy arraigado el culto a la personalidad. En ese sentido, tal como sucedió posteriormente, la pérdida del líder que había concentrado el Poder de la organización desde la clandestinidad significó el desmembramiento de Sendero Luminoso como organización política y militar. Fue así que dicha idea, pensada en un principio desde la Dirección de Inteligencia Naval y luego trasladada a la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (DINCOTE), fue plasmada en el "Operativo Triunfo" que, bajo el mando del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), logró la captura de Guzmán el 12 de septiembre de 1992.
La estrategia del GEIN trascendía a los gobiernos. Varios intentos de captura se dieron antes del inicio gobierno del ex Rector de la Agraria. Asimismo, los responsables del "Operativo Triunfo" siguieron siendo los mismos (de modo que ni siquiera se puede decir que Fujimori tuvo el mérito de haber nombrado a los que hicieron posible la llamada "Captura del Siglo").
Dato curioso. En junio de 1990, o sea, a fines del primer gobierno del APRA, como se puede apreciar en la parte final de este documento de investigación, se realizó el allanamiento de la casa de Chacarilla en la que Guzmán se había estado ocultando. Allí se encontraron documentos senderistas, libros personales y hasta los anteojos usados por el líder terrorista. La DINCOTE estuvo prácticamente a 5 minutos de lograr en esos momentos la gran captura esperada. ¿Qué hubiese sucedido si dicho allanamiento hubiera terminado en la captura del Presidente Gonzalo? ¿Alan García hubiese sido calificado como el pacificador del país? Nunca lo sabremos.
Un detalle: ¿Dónde y haciendo qué se encontraba Fujimori cuando se capturó a Abimael Guzmán? Pescando mojarritas en la selva.
Así que gente, no se dejen engañar.